BRANDO, UN NAZI CON REMORDIMIENTOS

“EL BAILE DE LOS MALDITOS”

Que Edward Dmytrick es un buen director nadie lo niega, ahí está por ejemplo EL MOTIN DEL CAINE para demostrarlo. Que Marlon Brando era, y siempre será uno de los grandes tampoco nadie lo niega, ahí está por ejemplo UN TRANVIA LLAMADO DESO para demostrarlo. Que Montgomery Clyft era, y siempre será uno de esos actores que sólo había en el cine clásico, nadie lo niega tampoco, ahí está, por ejemplo RIO ROJO para demostrarlo. Que Dean Martin, sin ser un genial actor, tenía interpretaciones muy buenas, pues tampoco lo niega nadie, ahí está por ejemplo RIO BRAVO para demostrarlo. Pues se juntaron los cuatro e hicieron uno de los tostones más incomprensibles que existen. Ambientada durante casi todo el conflicto bélico de la Segunda Guerra Mundial, enfrenta las distintas formas de ver la guerra, reflejada en los papeles del trío protagonista: Clyft y Martin del lado americano, dos soldados obligados que desean volver a casa cuanto antes. Y Brando, en uno de los papeles más extraños de su carrera, un oficial alemán que termina avergonzado de los horrores que cometieron los nazis en la citada contienda; y es precisamente este personaje el que distancia al espectador del film, ya que nunca terminamos de creernos a Brando en semejante papel. Por otro lado la película tiene uno de los ritmos más cansinos que se hayan podido ver. Su edición en dvd presume de recuperar 12 minutos inéditos. Pues vaya, podían habérselos ahorrado, en serio, incluso algunos más.
Nota: 4