maeloCinema, blog by Red Stovall

en la oscuridad de una sala de cine nos encontraremos en otros lugares, otras historias, otros sueños...

jueves, noviembre 24, 2005

'Una Lección de Amor', del profesor Ingmar Bergman

En el año 1954, el reputado director sueco Ingmar Bergman realizó esta película, en la que se encuentran presentes, cómo no, todas las constantes de su cine: la vida, la muerte, los sueños, la culpabilidad, el engaño, los remordimientos, y muchas más cosas que tienen que ver con el ser humano, y sobre todo con el amor, el rey de los sentimientos, capaz de lograr los comportamientos más ilógicos y maravillosos que se puedan dar en una persona.

Y todo esto pasado por el filtro de Bergman es llevado hasta límites insospechados y trascendentales, que estaría muy bien si el director se acordase del pincipal mandamiento en esto del cine: NO ABURRIRÁS. Y aquí lo logra a medias, porque por momentos la película es amena e interesante, y en otros se le va la olla de forma descomunal.

La película narra la historia de un matrimonio en sus épocas buenas, cuando se conocieron y se enamoraron, y también en sus épocas malas, en las que tiene principal protagonismo la infidelidad. Todo ello nos es narrado mediante la consabida técnica de flashbacks, que van entrelazándose a lo largo de la película y que, poco a poco, nos van explicando las motivaciones de los personajes, casi todos marcados por la daga del amor, o sea, el desamor.

Una galería de personajes, por cierto, de lo más diversa, e interpretada por una galería de actores que, como siempre en el cine de Bergman, ofrecen trabajos de categoría, y también como siempre, uno de ellos sobresale del resto. En este caso el protagonista principal, Gunnar Björnstrand, que curiosamente para mí, compone una personaje muy interesante, quizá por todo lo que representa a cerca del comportamiento masculino cuando un hombre se 'enfrenta' a una mujer.

Bergman cuando no se anda por las ramas, va directo a la yugular, sin concesiones, y eso para aquella época era totalmente arriesgado, y de una arrebatadora modernidad. Como moderna era la técnica que usaba, siempre probando cosas nuevas en cuanto al uso de la cámara se refiere. Qué pena que luego se perdía en otro tipo de cosas. Por lo menos ésta no es una de las peores, afortunadamente. Pasable.