Jet Li antes de Hollywood

LA LEYENDA DEL DRAGÓN ROJO"
Influenciado por el buen sabor de boca que me había dejado "JUEGO SUCIO", me apetecía seguir viendo cine oriental, y esta vez me equivoqué de lleno, porque me he encontrado con una de las películas más espantosas que he visto en mi vida. Antes de que Jet Li, uno de los pegapatadas más populares de Oriente, se fuera a Hollywood a triunfar (je), hizo un montón de películas en su país de origen, y espero que no sean todas tan malas como ésta.

Está dirigida por Ying Wong y Corey Yuen, bueno este último sólo dirigió las escenas de lucha, o sea, más de la mitad de la película. Cuenta las aventuras de un padre y su hijo que luchan contra las fuerzas del mal, las cuales quieren hacerse con el mapa de un tesoro, tatuado en las espaldas de cinco niños guerreros (sic).

Uno se queda estupefacto ante tan alucinante planteamiento y su posterior y delirante desarrollo. En tan sólo 79 minutos de duración, asistimos a una infinidad de peleas que están todas impecablemente coreografiadas, pero no aportan nada a una película que carece de alma, de fuerza y de todo. Para colmo, los personajes son increíblemente estúpidos, sin ningún atractivo, y recitan frases aún más estúpidas. Por eso voy a reproducir aquí uno de los diálogos que es verdaderamente impresionante por inútil.

Imaginaos la escena (recordad que es una película de época), y con eso no desvelo nada importante del film (como si lo hubiera): Jet Li con su hijo comiendo en unos cuencos de arroz, mientras el sonido de una mosca llena la pantalla...
JET LI: -"esa mosca está empezando a hartarme"
HIJO: -"a mí también"
JET LI: -"por cierto, esta mañana cuando lavaste los calzoncillos los rompiste, pero no importa, con la tela que sobraba he hecho unos para ti" (y le quita al hijo unos calzoncillos que parecían recién comprados en El Corte Inglés)
HIJO: -"pero tú te quedarás sin ellos"
JET LI: -"no importa, me gusta andar fresco"

Evidentemente, y tras oir todo eso, la risa se apoderó de los que estábamos viendo la película. Y es que tal vez para disfrutarla haya que tomársela con mucho, pero mucho sentido del humor. Bodrio.