maeloCinema, blog by Red Stovall

en la oscuridad de una sala de cine nos encontraremos en otros lugares, otras historias, otros sueños...

martes, agosto 30, 2005

Sesión entre amigos (12)

"VIVIR PARA GOZAR"
Otra semana más disfrutando del cine clásico (hoy toca moderno), y la elegida ha sido esta maravillosa comedia dramática que Rubén no había visto y yo sí, pero que tenía un "pelín" olvidada.
Dirigida en 1938 por George Cukor, probablemente el mejor director de actrices que haya existido nunca, está protagonizada principalmente por Cary Grant y Katharine Hepburn.
Narra como un buen hombre luchador y soñador se va a casar con una millonaria acostumbrada a los grandes lujos. La presentación de este hombre a la familia provocará las esperadas reacciones de rechazo, y algo más cuando aparece en escena la hermana de su prometida.
Esa sería su linea argumental, una mera excusa para darnos una lección sobre no dejar escapar las oportunidades ni a las personas que queremos y que aportarán riqueza, de la verdadera, a nuestras vidas.
La química entre Grant y Hepburn es de las que traspasan la pantalla, que aprendan todas las parejitas actuales. Él sensacional, como siempre, una mezcla de dulzura y aventura pocas veces vista; y ella actuando con una naturalidad pasmosa da un verdadero recital sobre lo que debe de ser una buena actriz, una auténtica maestra, era única, y eso la hizo grande.
Pero es que además los secundarios están todos maravillosos, por citar algunos: Lew Ayres, encarnado al hermano de la Hepburn siempre borracho pues detesta a su familia de la que no puede escapar y que dice algunas de las frases más emotivas de la película. O Edward Everett Horton, que por una vez no hace de tipo tonto, encarnado a un amigo de Grant que le recuerda constantemente lo que debe de ser la vida y agarrar los sueños que uno desea.
Y todos ellos dirigidos por un maestro de ceremonias inmejorable, George Cukor, que con su elegancia y un ritmo impresionante nos hace pasar una hora y media absolutamente inolvidable. Sorprendidos comprobamos que la película sólo tuvo una nominación a los decorados, excelentes eso sí, al estar rodada íntegramente en interiores.
En la última escena Rubén sentenció: ¡Sí señor, eso es acabar una película! Y es que la emoción que nos inundó no la puedo describir. Pocas veces uno siente ganas de llorar de alegría. Hoy toca una turco-alemana que ha recibido muchos premios en "prestigiosos" festivales...qué miedo. Magistral.

1 Comments:

At 1:56 p. m., Blogger Alberto Abuín said...

Dios!!!!!! Elias!!!!!!! me alegro de verte más nunca te pusiste ante mis ojos, me alegro de oirte más nunca pronunciaste palabra. Espero charlar contigo y tus continuos viajes por todos los lugares del mundo aunque nunca hayas pasado más allá de Betanzos.

 

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