maeloCinema, blog by Red Stovall

en la oscuridad de una sala de cine nos encontraremos en otros lugares, otras historias, otros sueños...

viernes, septiembre 23, 2005

Joan Crawford en dvd

"AMOR QUE MATA"
A ésta hay que sumarle la estupenda DE AMOR TAMBIÉN SE MUERE y LOS CONDENADOS NO LLORAN (que toca hoy) para completar el trío de películas que la Warner ha editado en nuestro país sobre esta mítica actriz, en unas ediciones muy cuidadas, restauradas y con interesantes extras.
La película ha sido dirigida en 1947 por Curtis Bernhardt, uno de esos directores poco conocidos que filmaban un montón de películas para estudios importantes pero cuyos nombres nunca pasarían a la historia (por lo menos entre el gran público).
Narra la historia de una mujer que deambula desorientada por las calles, diciendo el nombre de un hombre; en un bar queda casi en estado comatoso y la ingresan en un hospital donde un médico con mucha paciencia consigue que ella le cuente la historia de por qué ha llegado a esa situación, una historia que evidentemente contendrá muchas sorpresas y donde hay una gran historia de amor.
Bernhardt conduce este drama de manera firme y precisa, permitiéndose el lujo de realizar piruetas con la cámara que para nada resultan artificiosas, al contrario, son usadas como elemento dramático para ayudar a la historia, algo que hoy día debería de aprender alguno que yo me sé. Si arriesgrase demasiado en una historia que en manos de un maestro sería una obra maestra, el director nos sirve una película entretenida y con momentos muy emotivos.
Pero el verdadero punto fuerte de esta película son sus interpretaciones, destacando dos por encima de todo el reparto: Joan Crawford, cómo no, una de las más grandes actrices que haya dado el Cine, de una versatilidad increíble, interpretando a una mujer enamorada hasta la sien del hombre equivocado, de cómo ese amor la consume y de cómo tiene que recuperarse; Crawford, auténtica camaleona, se adapta muy bien a las distintas fases de su personaje, consiguiendo una interpretación histórica, además, era de las pocas actrices que supieron explotar su sensualidad de forma única.
Raymond Massey, otro de los grandes, siempre secundario, interpretando a un millonario para el que Crawford trabaja, y cuyas decisiones influirán enormemente en ella. Otro rol increíble, de una fuerza impresionante, a lo que ayudaba mucho el físico del actor, como en otras ocasiones (inolvidable en AL ESTE DEL EDÉN, EL MANANTIAL o ARSÉNICO POR COMPASIÓN).
También sale en la pélícula Van Heflin, un actor muy de moda por aquellos años, aunque destacó más bien por ser mediocre.
No apta para mujeres que acaben de sufrir un engaño amoroso. Terrible lo que a veces se ve en pantalla. Buena.