maeloCinema, blog by Red Stovall

en la oscuridad de una sala de cine nos encontraremos en otros lugares, otras historias, otros sueños...

martes, octubre 04, 2005

Juan José Campanella y la luna de los sueños

"LUNA DE AVELLANEDA"
Después del enorme éxito, en todos los aspectos, de EL HIJO DE LA NOVIA, esa magnífica película donde incluso Natalia Verbeke estaba bien (puesto que había alguien que la dirigía), el mismo equipo técnico y artístico (o casi) se volvieron a reunir el año pasado para otra película que ya no ha tenido tanto éxito, por lo menos de público.

Dirigida por Juan José Campanella cuenta un montón de historias íntimas de un montón de personajes, todos relacionados entre sí, usando como telón de fondo o como nexo de unión, un famoso club de los años cincuenta ahora en decadencia, y que está a punto de cerrar porque las cosas ya no son lo que eran, económicamente hablando.

Durante más de dos horas asistimos al desfile de una serie de personas con los sueños casi acabados, y todos ellos comandados por el personaje que interpreta un excelente Ricardo Darín, y que atraviesa una crisis matrimonial y anda un poco con el rumbo perdido.

Nos encontramos pues, ante la típica película coral que tan de moda se ha puesto en los últimos años y que a veces, da excelentes resultados (MAGNOLIA, GRAND CANYON). Aunque aquí ya desde el principio, el director opta por una narración clásica, casi lineal, evitando saltos en el tiempo y narraciones paralelas. Ya vemos desde el comienzo que todos los personajes guardan relación entre ellos, ya que todos trabajan en el antaño famoso club "Luna De Avellaneda", el único lugar de refugio y con un poco de magia en el que todos se reunen porque se sienten un poquito mejor en esta mísera vida.

El director nos muestra a unos personajes con sus miedos, alegrías, sueños, decepciones, creencias, de forma sincera y sin tapujos, y también sin cargar demasiado las tintas, lo cual hace ganar puntos a un film que corría el peligro de ser terriblemente empalagoso, y sin embargo, eso es salvado gracias a la enorme pericia de Campanella para narrar y resultar emotivo, que no blandengue.

Los actores están todos magníficos, sin duda uno de los puntos fuertes de la película, desde Ricardo Darín hasta Eduardo Blanco, habitual ya en las producciones argentinas, y pasando por Jose Luís López Vázquez, en una intervención especial con un papel también muy especial. Muy Buena.

6 Comments:

At 4:32 p. m., Blogger Alberto Abuín said...

Cierto, pero es algo general y corriente en el cine argentino. Habrá que verle en la última, que no recuerdo ahora el título y se ha exhibido en San Sebastián.

 
At 5:16 p. m., Blogger Alberto Abuín said...

Bueno, a veces pasa que uno no tiene el día, y ciertas películas o no gustan o incluso pasa lo contrario y gustan.
Yo reconzco que hay dos películas que la primera vez que las vi no me parecieron gran cosa: HEAT y EL DILEMA, curiosamente las dos de Michael Mann. Ahora las defiendo como dos obras maestras absolutas. Aunque también son los únicos casos en los que di una segunda oportunidad, algo que no suelo hacer nunca, en ningún caso, de ningún tipo. Manías mías.

 
At 10:58 a. m., Blogger Augie March said...

Tomo nota. Aunque antes de gutaría pedirte un favor:

No considero Grand Canyon y Vidas Cruzadas, por ejemplo, películas corales (no he visto Magnolia). Creo que no es el número de actores lo que define a una película coral. En estas películas todas las historias empujan en la misma dirección (existencialista).

Sin embargo las películas corales (incluyendo Gosford Park) me parecen una mera exhibición y una pérdida de tiempo. ¿Pertenece al primer tipo o al segundo?

Gracias por anticipado

 
At 11:27 a. m., Anonymous Anónimo said...

Yo la vi en su momento en el cine y me pareció, a parte de interminable, un poco aburrida. Puede que no llegase a captar el trasfondo de la película (un club al borde de la desaparición en un país al borde de... la desaparición), y me quedase sólo en una superficie que me pareció más bien noña y repetitiva.

Además, coincido con Anita Loos en que Darín y Blanco parece que se reinterpretan a sí mismos porque, a parte de pequeños matices, sus personajes son muy parecidos a los de anteriores cintas.

 
At 1:43 p. m., Blogger Alberto Abuín said...

Augie, creo que ambos tipos son válidos para definir una película coral. Ya lo dice la palabra: coral, colectivo, muchos personajes. Ahora el tema a tratar en este tipo de películas casi siempre ha tirado a cosas como el existencialismo, pero creo que eso no es una norma, más bien ha sido una coincidencia, que a estas alturas ya se ha tomado como algo que tiene que tener una película coral.
¿no has visto MAGNOLIA? ¿y a qué esperas?

 
At 6:26 p. m., Blogger Augie March said...

Curiosamente me avisó un compañero de curro hace una semana de que la acababan de reeditar. Iba a ir a la fnac el fin de semana pero me doy miedo, tengo muchos libros en un post-it mental. Esta semana o la siguiente me toca.

P.D: Me gustaría creer que no tengo prejuicios pero puede ser que no la haya visto porque me hicieron ver Jerry MacGuire y cada vez que veo a Cruise me pongo enfermo desde entonces...

 

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