Cuando el amor se puede fotografiar

"LA FIDELIDAD"
Realizada en el 2000 por el cansino Andrzej Zulawski, narra la historia de una mujer fotógrafa de profesión, y cuyas fotos realiza al azar, sin prepararlas, para pillar a la vida desprevenida. En su vida privada es exactamente igual, no desaprovecha ninguna oportunidad para acostarse con alguien y le atraen las personas un poco locas capaces de sorprenderla. Conoce a un hombre con estas características con el cual no tarde en casarse; al cabo de un tiempo aparece otro hombre con las mismas características pero además siente un profundo amor por la fotografía.
Como si se tratara de un drama shakesperiano, asistimos a las idas y venidas (de mente) de todos los personajes que circulan por la película, que si no están todos locos, poco les falta; esa "locura" es producto de una vida llena de errores imperdonables en el caso de unos, en la obsesión por el sexo en el caso de otros, y los demás porque simplemente están chalados.
El papel protagonista corre a cargo de Sophie Marceau, que está sencillamente bella y estupenda en el papel de una mujer que sabe lo que quiere (como todas), pero que el mundo se le viene abajo cuando no puede alcanzar, o no sabe, el gran amor de su vida (también como todas).
Aparte de dejar bien claro lo que para una persona puede suponer la fidelidad en sí misma, no solo a tu pareja sino a unos principios, dándole más importancia a lo segundo, la película tiene momentos de poderosa intensidad, que lamentablemente están muy distanciados entre sí, porque al inútil del director no se le ocurre otra cosa que dedicarle más de dos horas y media a la historia. Así pues, esa intensidad termina diluyéndose en una dilatadísima narración que termina provocando un aburrimiento enorme. Una pena, pues la historia es interesantísima. Floja.