No me esperaba una mala película, pero tampoco la genialidad que me he encontrado. El trailer no me decía demasiado, y había leído alguna que otra crítica que la ponía por las nubes, y sinceramente después de verla, me parece que se han quedado cortos.
Incluso yo creo que me voy a quedar corto con lo que diga a continuación.
Pero antes de nada decir que no voy a tener en cuenta la novela gráfica en la que se basa, y de la que yo me considero un fan,
como de casi todo lo que escribe Alan Moore, quien por cierto, exigió a los productores que su nombre fuera excluído de los títulos de crédito. Pero ¡ojo! es algo que pidió antes de que la película se empezara a rodar. Que la gente no especule diciendo que Moore no está acreditado porque no le ha gustado el guión, ya que es falso. Otra cosa es que cuando haya visto la película la haya desaprobado, cosa que desconozco.
Nos encontramos en el Londres del 2020. La ciudad se encuentra bajo un régimen totalitario y fascista, en el que se prohíben la lectura de ciertos libros y cosas así. El significado de la palabra libertad está desvirtuado y hay mucho miedo en el ambiente. De las sombras surgirá un personaje que se hace llamar V, que no sólo pondrá en jaque al gobierno, si no que será capaz de remover conciencias hasta límites insospechados.
Con la apariencia de superproducción espectacular,
'V de Vendetta' es mucho más que una película de acción o aventuras. Es un canto a la libertad, a la individualidad, es un thriller apasionante que se permite el lujo de criticar inteligentemente un montón de cosas que están de terrible actualidad: los gobiernos fascistas, aunque éstos no lo parezcan, la corrupción política, los abusos de poder, la pedofilia (en una escena divertidísima que pone a un sector de la Iglesia en su lugar), la homofobia (con uno de los más emotivos flashbacks que se hayan visto jamás), y muchas cosas más. Y lo hace mediante un extraordinario guión que no se deja nada en el tintero a la hora de tocar todos esos temas, y que quede bien, por supuesto.
Por otro lado, la película es cine de primerísima calidad. La dirección de
James McTeigue es ejemplar. Las malas lenguas dice que los
hermanos Wachowski, productores y guinistas de la cinta, dirigieron casi toda la película, cuando realmente lo que hicieron fue dirigir alguna escena, como una en la que un montón de fichas de dominó caen formando una gigantesca letra V. Tendría coña que las virtudes de
'Matrix' fueran obra de McTeigue, que fue director de segunda unidad.
McTeigue hace gala de un excepcional sentido del ritmo, y narra la historia con un precisión que asombra. Pero además de eso, es capaz de juntar un montón de elementos diferentes, como nunca se había visto, en un film de estas características. Ya que
no sólo hablamos de "entretenimiento", hablamos de muchas cosas más.
De esta película se puede aprender, es instructiva en ciertas cosas, y la forma en la que ese aprendizaje llega al espectador es sencillamente magistral. La rebelión contra un sistema con el que no estás de acuerdo, filtrado a través de una película de Cine, de forma enormemente sabia y llena de emoción.
Emoción que puede sentirse en cada minuto de la película. Emoción que puede sentirse en las interpretaciones de todo su reparto.
Hugo Weaving bajo la máscara de V, compone
uno de los mejores personajes jamás vistos en una pantalla, lleno de una fuerza impresionante.
Natalie Portman, como la chica que vencerá sus más terribles miedos y se alzará victoriosa con sus propios ideales.
Stephen Rea como el policía que ve que las cosas no están como debieran.
John Hurt en un villano, que con su sola presencia en una pantalla de televisión, ya atemoriza.
Stephen Fry en el mejor papel de su carrera, el de jefe de una cadena de televisión, que hace lo que su corazón le dicta. Un reparto sensacional para unos personajes sensacionales, y llenos de vida.
La película está llena de momentos inolvidables, y sin desvelar nada, citaré dos: el encuentro entre V y el personaje que interpreta
Sinéad Cusak, enormemente hermoso, capaz de arrancar alguna lágrima. O lo que ocurre al final en las calles de Londres. Sencillamente escenas para la posteridad. Secuencias magistrales de una belleza arrebatadora. Por no hablar de las espléndidas secuencias de acción, de las que no abusan. Hay las justas y necesarias, y todas están rodadas brillantemente.
Los diálogos son absolutamente brillantes, llenos de frases históricas, aunque algunas tengan una dudosa moral, como la de
"a veces la violencia es necesaria para hacer el bien". Frase que a más de uno le escandalizará, pero está tan bien usada en el contexto, tan bien introducida en la acción, dicha en el momento preciso, que uno se siente maravillado al oirla. Como otras muchas que se dicen en el film.
Una película para pensar, para recapacitar, para emocionarse, para reir, para llorar, para disfruta en definitiva de una gran historia. Y eso es lo que debe ser el Cine.
Obra Maestra.